¿Dentro de la Política Exterior, la introducción de ideología y cultura es una amenaza más grande que los medios militares y económicos?
El soft power se está convirtiendo en una de las estrategias más utilizadas por las grandes potencias, ha resultado tan eficaz que el buen posicionamiento hegemónico de estos Estados se debe al uso ingenioso de este tipo de poder. Al ser una tendencia dentro de la sociedad internacional, es de suma importancia que esta sea analizada ya que es potencialmente el nuevo ejercicio de fuerza por parte de los Estados.
Soft power es un concepto relativamente nuevo, mencionado por primera vez en 1990 por el académico Joseph Nye quién en 1990 en su obra “Bound to lead: The changing nature of American Power” acuña por primera vez el concepto, y más adelante en 2004 lo definiría como la habilidad de obtener lo que quieres a través de la atracción antes que a través de la coerción o de las recompensas y que surge del atractivo de la cultura de un país, de sus ideales políticos y de sus políticas. (Nye, 2004)
El “boom” del Soft Power en la política internacional contemporánea
surge como un efecto de la guerra fría en donde se contaba con un sistema
internacional bipolarizado y la carrera se debatía entre la ideología de
occidente y el comunismo.
Para asegurar su primer lugar en el pódium de la hegemonía, Estados Unidos se toma muy en serio la “americanización” y estaban dispuestos a usar todos sus recursos culturales para evitar la expansión del comunismo en el mundo.
El contexto político permitió que Hollywood explotara su potencial y permitiera que el cine americano se esparciera por todo el mundo.
Otra industria que fue muy beneficiada fue la de los comics y dibujos animados, los ejemplos más evidentes son: El pato Donald, personaje que se encargaba de difundir los beneficios del capitalismo y Capitán América que promovía el heroísmo y patriotismo, y significó una herramienta que incitó a muchos jóvenes estadounidenses a inscribirse dentro de las fuerzas militares y luchar contra el comunismo, específicamente durante la Guerra de Corea y de Vietnam.
La propaganda, persuasión e influencia estaba siendo difundida y dando efecto sin ser detectada por los seguidores de estas industrias. Estados Unidos logró mover masas a favor de sus objetivos sin utilizar ningún tipo de presión evidente o poderes facticos.
Algo aparentemente nunca visto en una raza acostumbrada a reaccionar a presión de oposiciones o motivados por la persecución de un interés o incluso salvaguardar la vida misma.
"Los intercambios culturales dentro de la industria del entretenimiento fueron un caballo de Troya para la Unión Soviética. Desempeñaron un papel importantísimo en la erosión del sistema soviético" (Nye, Lecciones de la Guerra Fría para George W. Bush, 2005)
La globalización es el canal que en la actualidad cataliza la irrupción de elementos intangibles como cultura, música, cine, ideologías, etc. Una vez observando el éxito que Estados Unidos tuvo durante la Guerra Fría, en el contexto de un mundo multipolar, otras potencias comenzaron a usar su cultura como la herramienta que los llevaría a formar parte de la lista de potencias mundiales.
Magnantes del “Soft Power”
Al analizar la política exterior de China nos damos cuenta de que, a pesar de ser un país aparentemente poco accesible al resto del mundo, el soft power por el que ha optado le ha sentado muy bien.
En 2017, el líder comunista Hu Jintao compartió la nueva visión de China, la cual fue corroborada por su sucesor Xi Ping, quien continúa con la promesa de promover el soft power cultural de China al diseminar los valores chino-modernos y demostrando el encanto de la cultura china al mundo.
Todo esto, reflejado durante la última década con la inversión de la nación asiática en áreas como la educación, con unos 400.000 estudiantes extranjeros realizando estudios en instituciones chinas, estableciendo una red global de más de 500 institutos Confucio, promoviendo y enseñando su cultura e idioma en 142 países. (Sepulveda, 2020)
Otro de los casos icónicos de Soft Power es el de Corea del Sur, creando la llamada ola Hallyu la cual es el esparcimiento de la cultura pop surcoreana a través de la música y cinematografía. (Sur, 2020).
Todo empezó a un nivel regional, en donde los diferentes países asíaticos se empezaron a interesar en la musica producida por los talentos surcoreanos y las series de televisión.
El número de fanes de la ola coreana, o "hallyu", ha superado los 150 millones, lo que supone una cifra 17 veces mayor que hace diez años, según un informe publicado, en 2022, por la Korea Foundation (KF). (Yonhap, 2022).
Este dato incluye a todos los fanáticos del K-pop y la televisión surcoreana, por ejemplo la serie surcoreana "Squid Game" (El juego del calamar) se situó en el primer lugar en 84 países del mundo, serie que se ha convertido en un icono de cultura pop en todo el mundo, y en la cual se pueden apreciar diferente elementos culturales, como juegos y canciones tradicionales de Core del Sur.
¿Qué hace al “Soft Power” una buena estrategia en Política Exterior?
Al hacer uso del “Hard Power”, por lo general se crean conflictos bélicos y diferencia entre los Estados o incluso internamente dentro de estos mismos.
A nadie le gusta ser obligado a actuar en contra de su voluntad o intereses, por lo tanto, este individuo luchará en contra de cualquier posible imposición, esto crea tensión en cualquier contexto.
El Soft Power es sigiloso, discreto y efectivo. Nadie es obligado a aceptarlo, es una estrategia de alta legitimidad. Las masas lo aceptan sin darse cuenta dejándose guiar por el amor a la cultura (cinematografía, música, artes culinarias, etc.).
Los Estados están considerando más en ejercer el poder blando en lugar de fuerza militar o económica, así persiguen sus intereses evitando tensiones con sus homólogos, creando un escenario de “cooperación internacional” el cual es facilitado gracias a la globalización y la “diplomacia de billetera”. Estos dos últimos elementos son los propulsores de la práctica de “Soft Power” en la sociedad internacional contemporánea.
Según datos más recientes en 2020, China hizo una inversión de $817,000 millones de dólares en educación y en armamento nuclear 1,400 millones de dólares. (France24, 2021).
Toda acción tiene una reacción, en los últimos años se ha visto el aumento de presencia del Estado chino, a través de la cultura en todo el mundo, de acuerdo con los datos anteriormente mencionados se puede inferir que la inversión que un Estado hace en educación y cultura puede generar mayor eco e influencia en otros Estados de lo que una inversión en fuerza militar pueda generar.
En el pasado, países eran conquistados y guerras eran ganadas con la ayuda del poder económico y un buen arsenal militar, sin embargo, la comunidad internacional es dinámica, la globalización está facilitando el intercambio de ideologías y cultura, estamos en una época donde la difusión de una canción puede llegar a ser más significante que la coacción con armas nucleares.
¡Ahora es turno para ti!!
¿Podrán las grandes potencias alcanzar sus intereses y ganar terreno únicamente difundiendo su cultura e ideas? ¿Es el Soft Power la nueva arma favorita de los Estados? ¿Qué es más eficiente la coacción o la difusión de ideas?
Referencias
- Nye, J. (2004). El poder blando y la política exterior americana. En Soft Power (págs. 127-147). New Hempshire.
- Nye, J. (2005). Lecciones de la Guerra Fría para George W. Bush. Project Syndicate.
- Sepulveda, G. (s.f.). Relaciones internacionales: El poder blando en la política exterior y su aplicación por parte de China. Obtenido de Revista Marina: https://revistamarina.cl/es/articulo/relaciones-internaciones-el-poder-blando-en-la-politica-exterior-y-su-aplicacion-por-parte-de-china
- Sur, M. d. (2020). korea.net. Obtenido de https://spanish.korea.net/AboutKorea/Culture-and-the-Arts/Hallyu
- Yonhap. (2022). Yonhap AGENCY. Obtenido de https://sp.yna.co.kr/view/ASP20220303002900883#:~:text=La%20cifra%20de%20fanes%20de,lleg%C3%B3%20a%2095%2C44%20millones.
- France24. (2021). France 24 news. Obtenido de https://www.france24.com/es/minuto-a-minuto/20210607-gasto-en-armas-nucleares-aument%C3%B3-1-400-millones-de-d%C3%B3lares-en-plena-pandemia
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