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Las acciones del FMI en América Latina durante el periodo de pandemia por covid-19

 Por Núñez P., Andrea C. 

Resumen: El artículo describe el papel del Fondo Monetario Internacional (FMI) en la implementación de políticas durante el periodo de pandemia para el ajuste y garantía de la estabilidad económica y financiera de la región de América Latina, conscientes del impacto que generó el Covid-19 en el área económica y financiera. Las conclusiones quedan al lector.


En medio del escenario de pandemia por Covid-19 distintos actores financieros multilaterales buscaron dar solución a lo que se percibía una crisis sanitaria con peligrosos efectos económicos. Dentro de estos actores se encuentra el FMI, entidad que desde comienzos de marzo de 2020 ha expandido las facilidades para permitir que los países respondan a la pandemia a través de instrumentos de estabilización.

Para la región de América Latina mantener la credibilidad en estos sistemas financieros no es tan fácil, lo cierto, es que ni la mejor política (financiera) podría impedir una crisis mayor en un mundo tan interconectado, lo que nos lleva a reflexionar como la estabilidad económica y financiera nacional se convierte en un tema de relevancia multilateral. América Latina es la región a la que el FMI se encuentra más expuesto a través de acuerdos vigentes, así como la región con la que más se ha comprometido en apoyo financiero bajo programas no concesionales incluso antes del inicio de la pandemia.

La crisis por Covid-19 logro evidenciar las brechas sociales existentes entre los países de la región de América Latina, lo que evidentemente limitaría la capacidad de los Estados de cumplir con sus obligaciones internacionales y por ende sus repercusiones en asuntos de importancia como los derechos humanos.

La pandemia coloco la atención mundial al organismo quien fue considerado como un bombero del sistema internacional financiero, no obstante, es incierto determinar en corto plazo si los mecanismos utilizados para apaciguar los impactos solo han aumentado el riesgo creando sobreendeudamiento y una mayor vulnerabilidad económica.

Capacidad de recursos del FMI ante la Pandemia

Desde el inicio de la pandemia por COVID-19 el FMI ha otorgado financiamiento de emergencia en cifras históricas en lo que respecta al corto espacio de tiempo en que ha sido desembolsado. De aquí a qué nos preguntemos sobre la capacidad que posee el FMI para garantizar la estabilidad financiera global.

El FMI posee una cuenta de recursos generales (GRA) compuestos de recursos permanentes como son las cuotas de los países miembros y de recursos prestados, de carácter temporal. La financiación ordinaria de los miembros del Fondo se logra a través de cuotas y recursos prestados, y esta depende del volumen de los fondos, sin embargo, varios meses antes de la declaración de pandemia, el FMI junto con el Banco Mundial en medio de aliviar las deudas de países de bajo ingresos acordaron la prórroga de los nuevos acuerdos de préstamos (NBA) y acuerdos bilaterales (FMI, 2021). Los NBA son acuerdos multilaterales con 38 países prestamistas que se renuevan periódicamente desde 1998, mientras que los préstamos bilaterales se conciertan entre la organización y cada prestamista y plantean condiciones similares.

Según estimaciones del Banco Mundial para el 2019 antes de la pandemia más de dos tercios de los países en desarrollo con bajo ingreso eran catalogados en alto riesgo, esto es más de mitad de los países miembros quienes abarcaban más en pagos de deudas externas que en salud (Banco Mundial, 2020).

En este contexto, y bajo las características de los países los recursos generales del FMI no han experimentado una desestabilización grave con respecto a su capacidad de financiación, sin embargo, la mayor presión si se ha visto reflejada hacia los países más vulnerables. Durante el primer año de pandemia el FMI ha concedido financiación a más de 85 países, esto en cifras equivale a 115 mil millones de dólares, la que fue destinada a tres secciones, el 30% se ha destinado a ayudas de emergencia, 50% a líneas precautorias y el resto a programas con condicionalidad. 

De lo anterior, importante prestar atención a los datos de concesión de ayudas de emergencia, solo entre abril y mayo de 2020 se aprobaron ayudas para 60 de los 75 países que han recibido este tipo de financiación, así como resaltar que, aunque la financiación condicionalidad representa solo el 10% de la financiación total proporcionada por el FMI como vimos anteriormente, esta ha sido imponente, con un volumen siete veces superior a su registro histórico.

Como observaremos en el gráfico no.1, el 90% de la financiación aprobada durante la pandemia ha sido de carácter tradicional (recursos generales), y cerca de la mitad corresponde a líneas de financiación precautorias, y podemos observar que gran parte de la distribución de recursos se destinó a América Latina y al Caribe, así como de las cinco regiones solo la financiación de líneas precautorias se dio en América Latina.

Gráfico no.1

Distribución Regional de los Recursos del FMI (mayo 2020)

Fuente:  Elaboración propia con datos del FMI

Contexto de América Latina

Aunque la región de América Latina y el Caribe sólo cuenta con el 8,2% de la población mundial (640 millones de habitantes), a finales de septiembre de 2020 según los indicadores demográficos de la CEPAL, y ya había registrado el 28% de los casos globales de infecciones por COVID (9,3 millones) y el 34% de los fallecimientos a causa de la enfermedad en todo el mundo (341.000 muertos) (CEPAL, 2021)

Dentro de los países miembros del FMI en la región se encuentra Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, República Dominicana, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, Uruguay y Venezuela, todos los anteriores a excepción de Venezuela, Brasil, Uruguay, y Argentina (no posee programas activos, sin embargo, Argentina es el principal deudor) cuentan con algún programa activo con la organización. 

Acciones del FMI en América Latina 

Las acciones a describir fueron aprobadas entre marzo de 2020 hasta marzo de 2021, ambos programas permiten suministrar asistencia financiera rápida a todos los países miembros que enfrentan una necesidad urgente:

  •  Líneas precautorias

  • Líneas de emergencia

Si bien, entre los programas de financiación no concesionales, casi el 80% se dedica a América Latina, dejando a un lado la financiación tradicional (compromisos previos a la pandemia) este porcentaje responde a las líneas de apoyo precautorias, para comprender mejor, estos desembolsos no programados a causa de la pandemia suponen el 46%, en comparación con el 84% que suponen los compromisos de crédito a los países latinoamericanos bajo la Cuenta General de Recursos (GRA), esto sin indicar, que según cifras del FMI para 2021, los principales deudores son Argentina, Egipto, Ucrania, Pakistán y Ecuador, dos de ellos parte de la región de América Latina.

Lo anterior es importante porque nos permite comprender la relación entre el organismo y la región, y así ver la disponibilidad y capacidad de financiamiento, así como las condiciones económicas para ser posibles. Según la pagina web oficial de la organización, los créditos pendientes de la región de América Latina suponen un total de 41%, que al compararlo con el porcentaje total del resto del mundo que es de 59%, puede ser alarmante.

Dentro de los dos programas acordados en pandemia para la región, el FMI amplió temporalmente los límites de acceso de sus dos facilidades de emergencia conocidos como Servicios de Crédito Rápido (SCR) y el Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR) ambos de desembolso inmediato y de condicionalidad  limitada.

Otro Nuevo Mecanismo de Financiamiento ejecutado en pandemia es la Línea de Crédito Flexible (LCF) creada en el marco de reformas emprendidas por el FMI justo antes de la pandemia para atender la demanda de préstamos de prevención y mitigación de crisis proveniente de países con marcos de política e historiales económicos muy sólidos. Según datos del FMI hasta la fecha, solo Chile, Colombia, México, Perú y Polonia han utilizado la LCF, sin embargo, para los países que aun poseyendo fundamentos económicos solidos no logran cumplir los criterios para una línea de crédito flexible, existe la Línea precautorio y de liquidez (LPL) que se puede comprender como una póliza de seguro contra riesgos, dando seguridad al país ante inversionistas y el mercado por un período de dos años.

El primer programa de las Líneas Precautorias, estas se manejan a través de los DEG (Derechos Especiales de Giro) que son activos de reserva internacional creados por el Fondo y asignado a los países quienes pueden mantener los montos como parte de sus reservas o cambiarlos por otra divisa, los países de la región que se les asigno líneas precautorias basados en su historial de políticas solidas serían cuatro: México, Colombia, Perú y Chile, por otro lado, desde 2021 Panamá tiene acceso a una línea precautoria y de liquidez (LPL).

El segundo programa de las Líneas de Emergencia, en América Latina la mayor parte de los países que han solicitado esta modalidad se dé bajo el Instrumento de Financiamiento Rápido (IFR) entre estos: Bolivia, Costa Rica, Ecuador, Jamaica El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panamá, Paraguay y República Dominicana (ver Cuadro no. 1).

Cuadro no. 1
Asistencia Financiera del FMI para América Latina (2020-2021)

País

Tipo de financiamiento de emergencia

Monto en US$

Fecha de aprobación

Bolivia

IFR (Instrumento de financiación rápido)

US $ 327 Millones

Abril de 2020

Chile

LCF (Línea de crédito flexible)

US $ 23, 930 Millones

mayo de 2020

Colombia

LCF y ampliación de la línea

US $ 10, 748 Millones + US $ 6, 200 Millones

Mayo y Septiembre de 2020

Costa Rica

IFR   ampliación de la línea

US $ 508 Millones + US $ 1778 Millones

Abril 2020 y Marzo 2021

República Dominicana

IFR

US $ 650 Millones

Abril de 2020

Ecuador

IFR y ampliación de la línea

US $ 643 Millones + US $ 6 500 Millones

Mayo y Septiembre de 2020

El Salvador

IFR

US $ 389 Millones

Abril 2020

Jamaica

IFR

US $ 520 Millones

Mayo de 2020

México

LCF

US $ 50,000 Millones

Noviembre 2021

Nicaragua

IFR

US $ 123, 55 Millones

Noviembre de 2020

Panamá

IFR y SCR (Servicio de crédito rápido)

US $ 515 Millones + US $ 2 700 Millones

Abril de 2020 y Enero 2021

Perú

LCF

US $ 11,000 Millones

Mayo 2020

Fuente: Elaboración propia con datos obtenidos del sitio web de FMI

Garantizar la estabilidad financiera 

En base a estos datos general y sin conocer todas las condicionalidades a los que los gobiernos se ven expuestos, esto en gran razón por el carácter urgente con que fueron aprobados  los programas, podemos considerar que al querer responder sobre la garantía de la estabilidad financiera debemos primero reflexionar sobre qué tanta solidez existía antes de la pandemia, si bien, la política de financiación como principal acción por el FMI sobre todo para la región de América Latina reflejaba desde entonces en una creciente dependencia, esto ocurre porque cuando un país obtiene crédito se compromete a modificar su política económica en correspondencia de las condiciones de la ayuda asegurándose que será capaz de reembolsar y así reducir riesgos a los recursos del FMI quien debe garantizar primero su solidez.

El garantizar la estabilidad financiera global depende en gran medida del nivel de los recursos, asegurar la reposición de estos es un aspecto fundamental para evitar un encarecimiento de las condiciones de financiación de los países más vulnerables. 

 Si bien, todos los países que han recibido asistencia durante este periodo de pandemia han logrado mantener la credibilidad de sus bancos, no obstante, los impactos a largo plazo de los programas pueden causar debilitamiento en la capacidad de los Estados de cumplir con las condiciones de los préstamos del FMI. 

De aquí a que la principal conclusión es la evaluación del enfoque de las instituciones de financiamiento global, el cual debe transformarse según las necesidades reales de la época y prestar atención más a las dinámicas de recuperación que de desembolso, incluso para su propio desempeño. 

Por: Andrea Celeste Núñez Pérez, Internacionalista 


















Fuentes web consultadas:

Banco Mundial. (2020). Debido a la pandemia de COVID-19, el número de personas que viven en la pobreza extrema habrá aumentado en 150 millones para 2021. Obtenido de https://www.bancomundial.org/es/news/press-release/2020/10/07/covid-19-to-add-as-many-as-150-million-extreme-poor-by-2021

CEPAL. (2021). Indicadores Demográficos . Obtenido de https://www.cepal.org/es/indicadores-demograficos-datos-interactivos

FMI. (2004). Qué es el Fondo Monetario Internacional. Obtenido de https://www.imf.org/external/pubs/ft/exrp/what/spa/whats.pdf

FMI. (2020). Informe sobre la estabilidad financiera mundial. Obtenido de https://www.imf.org/es/Publications/GFSR/Issues/2020/06/25/global-financial-stability-report-june-2020-update

FMI. (2021). Asistencia financiera y alivio de la deuda. Obtenido de https://www.imf.org/en/Topics/imf-and-covid19/COVID-Lending-Tracker

FMI. (2021). Fondo Monetario Internacional. Obtenido de https://www.imf.org/es/Home

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