Por: Alexander Cuevas
Estudiante de Relaciones Internacionales, Universidad de Panamá
América latina
y el Caribe se han
convertido en un foco
de la pandemia, en
un contexto en el
que ya
existen, enormes desigualdades,
niveles elevados de trabajo informal y
servicios de salud
fragmentados, las
poblaciones y las personas más vulnerables, son las más afectadas,
por ejemplo: en el caso de las
mujeres que constituyen la mayoría de las fuerza laboral en sectores económicos importantes, ahora también deben atender las cargas de los
cuidados adicionales en el hogar,
además esto también ha impactado en las
personas de edad avanzada, y las
personas con discapacidad, de manera que
se encuentran corriendo un riesgo
mucho mayor a morir por
causa del virus, los pueblos indígenas y las
personas afro-descendientes, al
igual que los migrantes y los refugiados, también sufren
esto de manera desproporcionada,
pues entre ellos
la vulnerabilidad se multiplica,
es por eso que es necesario hacer todo
lo posible, para limitar la propagación de virus y
hacer frente a los
efectos de la pandemia
sobre los planos, Económicos,
Institucional, Infraestructura y Capital Humano.
El futuro es
incierto, pero también depende
de las acciones
que tomen los Estados a
través de sus gobiernos y la sociedad
para reconstruir el bienestar social, atender el
sector laboral, y por consiguiente la sostenibilidad económica, por el contrario
sino se atiende este asunto tendríamos como consecuencia
que el 25% de la población puede caer
en la pobreza y esto corresponde
a la clase media de la región,
la situación no radica solamente
en este punto sino
de manera general, la
economía va a tener
un retroceso de por lo menos 10
años según los pronósticos de
la CEPAL para el año
2021.
En estos
momentos, hay países que no cuentan con recursos, para aplicar
rentas básicas universales (RBU),
teniendo en cuenta
que nuestra región es
predominantemente con países de ingresos
bajos, el primer paso es que
los países deben
fortalecer la credibilidad institucional y
repensar las políticas públicas, para que a su vez, puedan
responder de manera efectiva
a las necesidades de la población.
Hacemos énfasis en
la calidad de las
políticas públicas, a lo
interno de cada país, porque
de esta manera también se
aumenta la probabilidad de
participación en los
mercados financieros.
Los Estados
deberán disponer con
urgencia incentivos tributarios, ya que en
los últimos informes del FMI, se ha visto
que la recesión ha sido peor
de lo esperado para el
primer semestre del año 2020 , por otra parte
durante las últimas
semanas las condiciones de financiamiento externo
han mejorado, pero las propias
condiciones financieras, son más
difíciles que antes
de la pandemia, y es probable que sigan siendo
volátiles. Sin embargo el crecimiento mundial podría superar las
expectativas económicas en los siguientes años, si se apoyan las exportaciones, los precios de
las materias primas y el turismo.
En razón de lo mencionado durante los párrafos
anteriores, vemos necesario que
los gobiernos asuman la responsabilidad de sostener el
sector privado durante
el tiempo que sea necesario, y exhortamos a
que se fomenten los incentivos
tributarios una vez que se reanuden las actividades económicas posterior a
la pandemia, ya que esto va
a permitir que los
ingresos en este sentido
sigan aportando al crecimiento del PIB regional.
El tema de la recesión económica nos
lleva a recalcar que son urgentes
los espacios fiscales, ya que
como hemos ido describiendo, el
impacto caerá en los
sectores vulnerables, por eso
se debe atender este
tema con rapidez, y además apuntando hacia el
desarrollo sostenible de la productividad socio-económica, posterior al confinamiento.
Resumimos esta sección alentando las alianzas
entre el Estado a través
de los
gobiernos, con los sectores de
producción, para establecer políticas de
apoyo en el desarrollo socio-económico, siendo esta una medida inmediata
que nos permite ir
preparando a los países
de la región para
afrontar y recuperarse con rapidez
ante los derivados de la crisis
sanitaria del Covid-19.
Por: Alexander Cuevas
Estudiante de Relaciones Internacionales, Universidad de Panamá
1 Comentarios
ResponderBorrarExcellent. Los demógrafos del siglo XIX como Thomas Robert Malthus habían pronosticas escenas como las que estamoa viviendo hoy. Por el acelerado crecimiento de la raza humana, la contaminación y el agotamiento de los recursos como el agua y la tierra.